Esta perra es muy especial, ya que, hemos conseguido muchos avances con ella, pero no termina de adaptarse del todo, debido a sus historia pasada, que desde luego dejó traumas y cicatrices en ella, que la marcó y condicionó de forma negativa. En la protectora ha recibido todo el cariño y los cuidados necesarios, pero sienten algo de miedo cuando alguien se acerca. A nosotros nos entristece mucho verla así, porque es buena perra, siempre pendiente de nosotros desde la distancia, es noble y leal y merece una oportunidad. Nuestra amiga no es feliz del todo, su miedo la impide disfrutar plenamente, necesita encontrar la estabilidad que personas expertas, o con mucha paciencia, la puedan dar. A esa esperanza no renunciamos nunca... A RUBIA la cogió la policía local, la dispararon con el rifle anestésico porque no se dejaba ni acercar y aún hoy continúa un poco asustada. Para tocarla, si vas hacia ella, se esconde, y se va a un rincón, eso sí, nunca ha tenido ninguna mala reacción. Pero hay una cosa que le gusta mucho, salir a pasear con la correa. Se lleva bien con otros perros no es dominante, juega con ellos pero si no estamos nosotros. Mide 60 cm aprox.