Nos la dejaron a la puerta, sin más, estaba en un transportin con su hermana, asustada, en el suelo, nunca supimos de donde venía, ni por qué la abandonaron de esa manera tan brutal. Pero se adaptó bien, pronto vimos que era una gata encantadora, sociable, cariñosa y mimosa, tranquila y deseando caricias y contacto con humanos. Adoptar a Asera es una buena decisión, ya está esterilizada, vacunad ay preparada para ir a tu casa.