Esta cachorrona se llama Blesa. Llegó hace muy poco a nuestro refugio, pero no tardó nada en adaptarse. Solo necesitó cinco minutos para conquistar el corazón de las cuidadoras del centro. Desde el primer momento se mostró confiada, tranquila… y es que Blesa es un auténtico sol.
Es una perrita segura de sí misma, serena, muy cariñosa y juguetona. No sabemos mucho sobre su pasado, pero sí tenemos algo muy claro: si Blesa encuentra una familia, será una compañera de vida maravillosa. Regalará momentos únicos a quienes la cuiden y jamás les dará la espalda.
Es de esas perras que simplemente iluminan con su presencia. No dejemos que la soledad apague esa luz tan especial.
Si no puedes adoptar a Blesa, también puedes apadrinarla. www.protectorahuellas.org/apadrina.